EL ESPACIO DISEÑADO POR EL ESCULTOR TONI MARÍ incluye una oferta culinaria en una sala única.

Comer en un entorno natural, rodeado de plantas, en un jardín espacioso sembrado de esculturas y árboles monumentales, es ya una realidad en Xàbia. El restaurante Ca Aleix ha comenzado a dignificar la gastronomía de este municipio costero desde la simplicidad, mimando cada detalle de una sala rodeada de naturaleza, luz y arte, que te hace sentir como en casa, o incluso mejor.

El restaurante se encuentra en la carretera conocida como el Camí Cabanes (km 9,32) en el centro de un amplio jardín que forma parte del proyecto ocio cultural gastronómico del escultor javiense Toni Marí, el modelador del hierro, y de Sandra y Mateu, de los viveros Montgó Verd.

El principal icono de este espacio es una gran ballena de hierro esculpida por Toni Marí que se ve desde la carretera en cuyo interior se celebran íntimas ceremonias de bodas civiles, o también en su exterior, junto a una cascada artificial rodeada de idílicas palmeras y esculturas de gran formato.

Sabrosos arroces de gamba con calabaza o el ‘Meloso de Ca Aleix’

Pero el corazón gastronómico de todo este entorno lo pone un joven de 21 años, Alejandro Crespo Martínez. El chaval, con el apoyo de sus padres, se hizo cargo de este restaurante en junio de 2018 para convertirlo en un referente gastronómico.

Alex, fue en su adolescencia un informático en potencia que dejó los ordenadores para dedicarse a la cocina, su gran pasión. Dice que fue su madre, Hermi, quien le contagió desde pequeño su entusiasmo por la cocina, aunque ella asegura que el mérito es sólo suyo porque ya de chiquitín se encargaba por iniciativa propia de confeccionar los menús de las reuniones familiares, en Navidad y celebraciones varias.

El mundo de la tecnología perdió a un informático, pero la gastronomía ganó un gran cocinero. Alex se matriculó en el Centro de Hostelería de Cheste donde hizo el ciclo formativo de dirección de cocina que acaba de terminar. Mientras, también se formó en el CDT de Dénia, realizando un curso de camareros del IES María Ibars.

Adquirida la formación (hasta el momento porque quiere seguir aprendiendo), Alex y su familia (su madre le ayuda en la cocina y su padre ejerce de bodeguero), aceptaron el reto de dotar de calidad el espacio gastronómico del proyecto de ocio, cultura y naturaleza de Toni Marí. En apenas año y medio, y con una discreta carta muy mediterránea a la vez que atractiva, el restaurante Ca Aleix ya tiene su puesto entre los lugares gastronómicos de referencia de la villa. Su secreto es un buen producto de proximidad, y una atención personalizada que te hace sentirte en casa en un entorno idílico. Y además, con un chef que cada día te ofrece su nueva creación con el producto más fresco de la temporada.

Entre sus platos más personales, Ca Aleix, presenta unos sabrosos arroces de gamba con calabaza o el ‘Meloso de Ca Aleix’, un arroz con setas, trufa y carne ibérica, o una fideuà de figatells y garbanzos para chuparse los dedos, que es mejor probarla que contarla. Ahora en invierno abre de 12 a 17 horas (descansa lunes), y a partir de junio mediodía y noche.

El comedor tiene un aforo para 45 comensales y una terraza con una capacidad de 100 personas. En el restaurante y en todo el recinto se celebran todo tipo de eventos, en especial bodas, que han llegado a reunir a más de 150 invitados ayudándose de carpas. Además dispone de una amplia zona de aparcamiento gratuita.

De los vinos se encarga Julio Crespo, el padre, y presume de tener una bodega con vinos muy peculiares de la provincia y DO Valencia, además de un buen aprovisionamiento de las DO más importantes de España como Ribera del Duero o Rioja.

Y como siempre, para rematar, un buen postre corona una buena comida. Alex no ha querido poner una carta específica de postres porque quiere que sus clientes prueben todas sus creaciones, porque la repostería es una de sus grandes bazas. Eso si, partiendo siempre de que todo postre tiene la denominación de ‘casero’ y cada día muestra sobre una pared del establecimiento el postre del día al que le ha dedicado el alma y la vida.

Ahora han adquirido un horno Kamado, un horno de cerámica japonés con múltiples aplicaciones como asar a baja temperatura, ahumar… Porque la carne en Ca Aleix es también uno de sus puntos fuertes.

José Iglesias, Las Provincias

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